viernes, 14 de noviembre de 2014

Érase una vez una primera entrada

Antes que nada.. ¡bienvenidas y bienvenidos!

Como la mayoría de mis compañeras y compañeros en este Máster de Profesorado, mi gran vocación es la de enseñar. La de enseñar una lengua tan bonita y rica como es el inglés. Me siento realmente afortunada por haber tenido siempre claro a lo que me quería dedicar. Hace 10 años no sabía cómo podía conseguirlo. La gente hablaba de carreras y oposiciones, pero a mí me sonaba a cosas que hacía la gente "mayor". Pero aquí estoy, cerca (o eso espero) de conseguir mi objetivo.

Recuerdo que con 12 años jugaba a ser profe, y los Reyes Magos me trajeron un año una pizarra con un montón de tizas de colores. No tenía queja ninguna del alumnado, mis pobres peluches se portaban bastante bien. Lo más curioso es que no jugaba a ser profe de lengua, matemáticas, sociales... yo siempre era la profe de inglés. Pasaron los años y el convencimiento de que yo quería dedicarme a eso se hizo más firme. 

Pero nunca me había enfrentado a una clase de verdad para saber si yo en realidad quería dedicarme eso o no. Tuve la gran suerte de que en mi Erasmus (Essen, Alemania) cursé dos asignaturas relacionadas con la didáctica. Una era English in the classroom y la otra Cooperative Learning in the EFL-Classroom. Ambas fueron mi iniciación en esto de la didáctica, sobre todo la segunda. Me ayudó a descubrir un método en el que he basado mis clases, en la medida de lo posible, desde entonces. Es un método que me encanta y que me parece muy, muy útil para lograr que el alumnado aprenda a aprender. Pero esto da para otra entrada, así que me callo ya.

Poco a poco iré contando alguna experiencia más; por lo de ahora, me despido con una frase de los hermanos Jonhson, dos personas muy importantes en cuanto a la investigación sobre el aprendizaje cooperativo se refiere: "Students believe that they sink or swim together."


So long! Ata pronto! ¡Hasta pronto! Bis bald!


Aida Alonso.

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